lunes, 26 de marzo de 2007

ANTIQUITERA: EL PRIMER RELOJ ASTRONÓMICO.

ANTIQUITERA: EL PRIMER RELOJ ASTRONÓMICO.


Corría el año 1902 cuando, entre los restos de un barco romano naufragado frente a la isla griega de Antiquitera, se encontró este aparato de la antigüedad entre los objetos sacados a la superficie.
Sería el director del Museo Arqueológico Nacional de Atenas, Valerios Stais el descubridor del artefacto tras analizar los restos del naufragio.

En total, 82 fragmentos de bronce correspondían a un sistema de engranajes similar al de un reloj, y que debía de estar ubicado en una caja de 31,5 centímetros de longitud, 19 centímetros de anchura y 10 centímetros de grosor, cubierta por un texto a modo de instrucciones de uso. Se presupone que el mecanismo de Antiquitera procedería de la isla de Rodas.
La datación reveló que la antigüedad de este extraño objeto se remontaba al 87 a.J.C., anticipándose un más de un milenio al Renacimiento donde encontramos los que hasta entonces eran los primeros artilugios mecánicos. Su descubrimiento causó conmoción y lanzó todo un desafía para los estudiosos del mundo antiguo.

Se sabía de la existencia de máquinas parecidas a la Antiquitera por los comentarios que nos llegan de Cicerón, donde menciona dos de estas máquinas fabricadas por Arquímedes y su amigo Posidonio, aunque es el único en haber llegado hasta nosotros.
Se tiende a creer que el constructor de la Antiquitera pudo ser Hiparlo de Nicea (190-120 aC). Matemático y geógrafo, además de astrónomo, vivió en la época en la que fue construido el mecanismo y en Rodas Hiparco fue uno de los grandes genios de la Antigüedad. Sucedió a Eratóstenes en la dirección de la Biblioteca de Alejandría y sus hallazgos revolucionaron la astronomía. Elaboró un catálogo de 850 estrellas, clasificadas según su brillo aparente, tal como se hace en la actualidad; midió el año con un error de 6,5 minutos; descubrió la precisión de los equinoccios; calculó la distancia de la Tierra a la Luna con mucha precisión; y, lo más importante en el caso de la máquina de Antiquitera, desarrolló una teoría que explicaba las irregularidades del movimiento de la Luna por el cielo debidas a su órbita elíptica.
Recientemente, un equipo internacional (AMRP) “Proyecto de Investigación del Mecanismo de Antiquitera” y formado por la Universidad de Cardiff, Universidad de Atenas y Aristóteles de Tesalónica, el Museo Arqueológico Nacional de Atenas (donde se guarda el artefacto) y el apoyo de Hewlett-Packard junto con la Compañía británica X-Tek Systems, retomó el reto de volver a estudiar la pieza y descubrir sus secretos. El resultado ha sido sorprendente y nos ha permitido desvelar el mecanismo de un sofisticado mecanismo de fabricación griega.
Para su análisis se han empleado las más avanzadas técnicas informáticas, presentándose los resultados en la revista “Nature”.
A partir de los fragmentos conservados y analizados mediante tomografía de rayos X en tres dimensiones, los especialistas están en disposición de indicar que el mecanismo estaba formado por 37 engranajes, accionados mediante una manivela, y que movían varias agujas dispuestas sobre tres esferas, dos por delante y una por detrás.
Con las nuevas técnicas empleadas sobre los fragmentos se ha conseguido duplicar el texto legible que tenía la coja donde se guardaba el aparato. Aparecen los términos “Venus” y “estacionario”, sugiriendo que el aparato podía calcular los movimientos planetarios. Su precisión podía llegar a permitir indicar los ciclos astronómicos y poder así prever eclipses.

PRIMEROS ESTUDIOS
Los primeros estudios llevados a cabo por Derek J. de Solla Price, historiador de la Universidad de Yale, el dispositivo era una computadora astronómica capaz de predecir las posiciones del Sol y de la Luna en el zodíaco, aunque estudios posteriores sugieren que el dispositivo era bastante más "inteligente". Según el primer estudio del prestigioso físico e historiador de la ciencia británico Derek: “No hay otro instrumento como éste. Nada comparable aparece en los textos científicos y literarios antiguos. Por el contrario, de lo que sabemos de la ciencia y la tecnología de la época helenística, habría que deducir que un dispositivo así no pudo existir”. Estas palabras del científico británico a la revista científica Scientific America en 1959 alimentó la imaginación de muchos ufólogos.
Empleando técnicas de tomografía lineal, Michael Wright, especialista en ingeniería mecánica del Museo de Ciencia de Londres, realizó el nuevo estudio del artefacto. Wright ha encontrado evidencias de que el mecanismo de Antiquitera era capaz de reproducir los movimientos del Sol y la Luna exactamente, empleando un modelo epicíclico ideado por Hiparco, y de planetas como Mercurio y Venus, empleando un modelo elíptico derivado de Apolunio de Perga.
No obstante, se sospecha que parte del mecanismo podría haberse perdido, y que estos engranajes extras podrían haber modelado los movimientos de los otros tres planetas conocidos en la época: Marte, Júpiter y Saturno. Es decir, el dispositivo podía haber sido capaz de predecir, con un grado más que respetable de certeza, las posiciones de todos los cuerpos celestes conocidos en la época.

Autor: Jose Mª Maestre Domínguez

No hay comentarios: